En el exterior, el curso del río Mesa salta el desnivel del terreno y forma un precioso rincón con la cascada de La Pradera; en el interior, dos galerías que parecen esculturas vivas diseñadas por la naturaleza.
La gruta de Las Maravillas es una formación del paisaje endokárstico resultado de la acción del agua del río Mesa sobre la roca caliza soluble durante miles de años. El modelado kárstico es un proceso de meteorización química que comprende dos reacciones: la disolución de la roca y la precipitación del carbonato de calcio y que da como resultado la formación de galerías, cavernas o grutas con formas de depósito internas llamadas estalactitas, sedimentación desde el techo, estalagmitas, sedimentación sobre el suelo, y columnas, unión de estalactitas y estalagmitas.
La gruta de Las Maravillas es uno de esos ejemplos de la acción erosiva y sedimentaria de los acuíferos sobre el terreno calizo que se comenzó a formar hace 50.000 años y todavía sigue construyéndose, la gruta está dividida en dos galerías de 15 y 46 metros de longitud y fue descubierta a principios del s. XX.
La cascada de La Paradera, cercana a la gruta de Las Maravillas, es otra formación del relieve kárstico que se produce en los cursos fluviales cuando el desnivel del terreno es pronunciado y vertical. Un bello lugar para descansar y contemplar la belleza de la naturaleza.
