Las paredes verticales del singular paisaje kárstico del cañón del río Mesa son un lugar excepcional para la nidificación del buitre leonado y de otras aves rupícolas.
El río Mesa, que nace en la provincia de Guadalajara y desemboca en el río Jalón, en el tramo comprendido entre Calamarza y Jaraba ha excavado sobre el travertino, una roca caliza muy porosa, un cañón de paredes verticales de un centenar de metros de altura y de una longitud de unos 6 kilómetros. El paisaje kárstico labrado por el río en el exterior se completa con el formado a lo largo de miles de años por los acuíferos subterráneos que afloran a través de más de 80 manantiales y fuentes de aguas frías y poco mineralizadas y de aguas termales de mineralización fuerte.
En los páramos calizos del cañón del río Mesa podemos encontrarnos con ejemplares de carrasca y con los sabinares y romerales propios del paisaje del matorral mediterráneo original que conviven con los pinos carrasco, rodeno y laricino de repoblación y con las choperas y olmedas que ocupan las zonas de ribera. Las paredes verticales alojan importantes colonias de aves rupícolas como el buitre leonado, las palomas, chovas y grajillas y en las aguas cristalinas del río pueden observarse truchas e incluso ejemplares de nutrias.
La importancia del paisaje, la fauna y flora del cañón del río Mesa han sido objeto de especial protección con dos figuras de protección:
- Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA): ES2430105 Hoces del río Mesa.
- Lugar de Importancia Comunitaria (LIC): ES2430105 Hoces del río Mesa.
Fuente: Gobierno de Aragón. Río Mesa. Hoces del río Mesa. Punto de interés fluvial